About

Acerca de

LogoAdarce_Black

Adarce
(From lat. Adarce <gr. Adarke.)
S. M. Salt crust formed in objects carried by waters of the sea.

Music is not an exact science, and therefore it is not susceptible of being analysed as if it were a cell, a molecule or a damn logarithm. It is there, all around us, and it affects us in ways that we do not always apprehend in a certain moment.

We tend to value above all, the music we begin to listen to when we acquire our ‘use of reason’ and that we consequently choose as our favourite, while avoiding the music that has surrounded us more naturally and has been surreptitiously embedded in our subconscious, like the salt on the old boats of the Costa Brava.

Often this musical ‘Adarce’, this atavistic crust, manifests itself years after our musical taste is formed. You may not be familiar with a particular artist, although (unknowingly) you are with his sound. It’s that sound that sneaked into your house (and, as we say, in your mind) through the radio, television or your parent’s cassettes or records, or through your sisters or their gang.

Adarce Records, like most labels, started with a passion and the love that comes from it. From a devotion for recorded music and the compulsion to search dusty boxes of second hand albums with the intention of discovering old artists and hidden treasures, recordings published in the Iberian Peninsula, many of which have remained in the most ominous oblivion. Those artists, some ephemeral, others omnipresent, burst into the Hispanic panorama between the 60’s and 70’s, a time when most of the music was produced by a number of professionals that coincided in many recordings and productions and who left their indelible mark on everything they touched: Alfonso Santisteban, Juan Carlos Calderón, Manolo Gas, Rafael Ferro, Antón García Abril and many more.

Back then, many of these artists were accused of copying international music, as if what was done here were mere plagiarisms of foreign musicians, always considered superior by the mere fact of being English or American. It is true that many music trends were born and popularized in the Anglo-Saxon countries, but it is also true that, in that local attempt to imitate what came to us from the outside, we unintentionally printed a different air on our own compositions.

This is the humble mission of Adarce Records: we will try to correct that unique and provincial bad habit of ours, of not valuing what is done at home, and to always assume that what is created miles away is a lot better. We intend to recover old recordings (local geographically speaking, but universal by intention) by Spanish artists, Spanish producers, and arrangers from the 60’s and 70’s who deserve to be renowned for their talent, their quality and, why not, their originality (be it sought or unconsciously).

Expect easy listening, groove, soul, funk, disco, rumba, bookshop music, bossanova and many other styles, but always seasoned with our own salt, the salt we extract from our seas.


Adarce
(Del lat. adarce < gr. adarke.)
s. m. Costra salina que se forma en los objetos que bañan las aguas del mar.

La música no es una ciencia exacta y, por tanto, no es susceptible de analizarse como si fuera una célula, una molécula o un maldito logaritmo. Está ahí, a nuestro alrededor, y nos afecta de maneras que en un determinado momento no acertamos a aprehender.

Tendemos a valorar por encima de todo la música que empezamos a escuchar a partir que adquirimos ‘uso de razón’ y que elegimos como favorita, mientras eludimos aquella que nos ha rodeado de manera más natural y que, de manera subrepticia, se incrusta en nuestro subconsciente, como la sal en las viejas barcas de la Costa Brava.

A menudo este ‘adarce’ musical, esta costra atávica, se manifiesta años después de que se forme nuestro gusto musical. Puedes no estar familiarizado con un artista en concreto, aunque (sin saberlo) sí lo estás con su sonido. Es ese sonido que se coló en tu casa (y, como decimos, en tu mente) a través de la radio, la televisión o los cassettes o discos de tus padres, tus hermanas o la pandilla de éstas.

Adarce Records, como la mayoría de los sellos, nace fruto de una pasión y de la afición que surge de ésta. De la devoción por la música grabada y la compulsión por escudriñar cubetas polvorientas de discos de segunda mano con la intención de descubrir artistas añejos y tesoros ocultos, grabaciones editadas en la península ibérica, muchas de las cuales han quedado en el más ominoso olvido. Esos artistas, algunos efímeros, otros omnipresentes, que irrumpieron en el panorama hispano entre las décadas de los 60 y 70, cuando mucha de la música producida estaba en manos de una serie de profesionales que coincidían en muchas grabaciones, producciones y que dejaron su huella indeleble: hablamos de Alfonso Santisteban, de Juan Carlos Calderón, de Manolo Gas, de Rafael Ferro, de Antón García Abril y de muchos más.
En su momento se acusó a muchos de estos artistas de copiar lo que se hacía fuera, como si lo que se hacía aquí fueran simples plagios de lo que hacían los músicos extranjeros, siempre considerados como superiores por el simple hecho de ser ingleses o americanos. Cierto es que muchas tendencias musicales nacían y se popularizaban provenientes de los países anglosajones, pero cierto es también que, en ese intento local de imitar lo que nos llegaba del exterior, casi sin quererlo se imprimió a las composiciones un aire diferente.

Esta es la humilde misión de Adarce Records: la de intentar corregir esa mala costumbre, tan nuestra y tan provinciana, de no valorar lo que se hace por estos lares, y siempre dar por supuesto que lo que se hace a kilómetros de distancia es mucho mejor. Y con esta intención pretendemos recuperar viejas grabaciones, locales en lo geográfico pero universales en intención, de artistas, productores, arreglistas y productores españoles de los 60 y 70 que merecen por méritos propios que se reconozca su talento, su calidad y, porque no, su originalidad (sea esta buscada o inconsciente).

Esperad easy listening, groove, soul, funk, disco, rumba, música de librería, bossa nova y muchos otros estilos, pero siempre condimentado con nuestra propia sal, la sal que extraemos de nuestros mares.

Share:
Adarce Rercords 2017